En las últimas décadas, el uso del termino 'paisaje' ha sufrido tal inflacción que hoy se hace difícil saber qué queremos decir con él. En su deriva expansiva, ha arrastrado además a otros términos relacionados -paraje, lugar, país, espacio, ambiente, entorno...- con los que ha llegado a solaparse provocando un problema de indefinición que parece meramente filológico pero que, sin embargo, afecta a la conceptuación de nuestra ya de por sí tensa relación con el territorio. Por ello consideramos pertinente abrir un espacio para clarificar las relaciones entre arte, paisaje y territorio.

Nuevo Turismo

El movimiento se ha apoderado de la vida contemporánea, el abaratamiento de los costes de los medios de transporte de larga distancia durante los años ochenta ha multiplicado los destinos turísticos y alentado elevadas dosis de movilidad a todos los estratos sociales. Resulta más económico viajar a una capital europea que a tu ciudad vecina. Los calibradores del desastre ecológico denuncian los efectos devastadores del turismo masivo: desestructuración de las comunidades locales, apropiación de los beneficios por parte de los touroperadores, desgaste de los recursos ecológicos básicos, etcétera, etcétera. Pero el desplazamiento es pieza insustituible de la vida real.

El Nuevo Turismo ha conceptualizado sus categorías afines (turismo propobres, turismo proactivo, turismo responsable) por oposición al turismo de masas (turismo parasitario, turismo no democrático, turismo como consumismo, turismo peligroso) El léxico adolece del mismo efectismo publicitario que la jerga turística institucional. El Tourism Concern (organismo internacional para la denuncia de las prácticas de explotación del turismo) y activistas de izquierda como Pamela Nowicka, han diseñado el Código del Nuevo Turista (CNT):

- Haga el menor número de viajes posible.
- Evite volar siempre que pueda.
- Trate a la población local como a iguales.
- Viaje a pequeña escala y con moderación.
- Evite los viajes organizados, complejos hoteleros, campos de golf.
- Pregunte por el touroperador y las comunidades locales.
- Haga campaña.
- Cuestiónelo todo.

Se supone que el Nuevo Turista alienta un nuevo espíritu inimaginable para el resto de las tipologías turísticas:

- Viaje con espíritu de humildad y con un auténtico deseo de aprender sobre la gente del país anfitrión.
- Sea sensible a los sentimientos de otras personas, evitando un comportamiento ofensivo por su parte.
- Cultive el hábito de escuchar y observar, en lugar de limitarse a oír y ver.
- En lugar de buscar ese paraíso en la playa, descubra el enriquecimiento de ver una forma de vida distinta con otros ojos.

Se aconsejan estancias de dos semanas (el tiempo ideal para la regeneración de la huella ecológica), omisión de los hoteles (preferible el colchón de una casa particular) y el mínimo consumo. Su máxima es “evitar los viajes culpabilidad”, lavar la conciencia, hacer turismo sin remordimientos, sin embargo se ofrecen los mismos recursos que una agencia de viajes convencional: tienda online el utillaje turístico al uso, la segunda edición de la Guía Ética del Viaje y enlaces a compañías de viaje que organizan recorridos alternativos bajo promesa de elevadas dosis de autenticidad y contacto con la comunidad. Solo han logrado tematizar el Tercer Mundo, reconvertir la actividad turística a su imagen y semejanza.

1 comentario:

  1. En la pirámide de distribución del trabajo de la industria turística esbozada por el Nuevo Turismo, el personal de lavandería, limpieza y recogida de basura ocupan la base y los touroperadores la cúspide. Hostelería y arte se asimilan en el camino intermedio de los pecados capitales del turismo.

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