En las últimas décadas, el uso del termino 'paisaje' ha sufrido tal inflacción que hoy se hace difícil saber qué queremos decir con él. En su deriva expansiva, ha arrastrado además a otros términos relacionados -paraje, lugar, país, espacio, ambiente, entorno...- con los que ha llegado a solaparse provocando un problema de indefinición que parece meramente filológico pero que, sin embargo, afecta a la conceptuación de nuestra ya de por sí tensa relación con el territorio. Por ello consideramos pertinente abrir un espacio para clarificar las relaciones entre arte, paisaje y territorio.

Postal

Toda imagen turística que aparece no solo en las postales sino en los folletos, web, videos, lanzadas por los organismos turísticos y retratada por nosotros mismos. Un loro de llamativos colores, bailes folklóricos, una cascada saturada de verde, el Roque Nublo a vista de pájaro, captado desde la misma perspectiva y a distintas horas del día, el trinomio Teide-Auditorio-strelitzia repetido hasta la saciedad, captado con las invariantes formales de la imagen postalera: visión panorámica (el primer plano se reserva para flores, bichos y motivos etnológicos), predominio del verde en paisajes rurales y 80% de azul para el resto, asepsia absoluta, ni rastro de nubes… todo conforma la supuesta imagen paradisíaca de Canarias.

Existe un número contado de iconografías postaleras recurrentes en el imaginario turístico de las islas:

- Monumento: natural (drago de Icod), geográfico (Teide) o urbano (torre del Cabrera Pinto).



- Naturaleza antropizada o toda una suerte de paisajes naturales modificados en mayor o menor medida por el hombre. Exceptuando alguna puesta de sol y playa desierta esporádica, el rastro humano o su huella civilizatoria deben permanecer visible o al menos intuida a lo lejos en la forma de una pequeña aldea, paisaje agrario, carretera o sendero. Nunca la naturaleza desbordante excluye al hombre del paisaje.



- Muelle, con playa o sin ella, en primer plano o advertido a lo lejos, es una imagen redundante del postalero canario, que ocupa buena parte de los anaqueles de las tiendas de souvenirs, desprovista de elementos identitarios o identificables como “Canarias”, es decir, la imagen turística de Canarias poco tiene que ver con Canarias y mucho con la estética y representación del propio turismo. Solo el rótulo inferior, parte esencial de la imagen, aclara su procedencia.



- Elementos de devoción religiosa: santos, vírgenes, ermitas y centros de peregrinación con salmo o décima incorporada no han variado a lo largo de los años.



En el doble trayecto del viaje turístico (viaje de ida y vuelta) la postal actúa como señuelo del destino turístico, también como impresión primera del paisaje. Las expectativas del turista potencial, figuradas a través de la postal, deben ser cumplidas en destino.

4 comentarios:

  1. Si postal es cualquier imagen turística incluyamos la fotografía amateur, la del turista tomada in situ (fotografía aficionada y turismo nacieron en el s.XIX como prácticas complementarias). La mayoría de la gente repite los tópicos postaleros cuando hace una foto de Canarias en Canarias. La percepción del paisaje por el turista viene tamizada por su mirada a través del objetivo de su cámara fotográfica. Sus impresiones se materializan por el “clic” de la cámara. Si la postal es visitada por una horda de japoneses fotografiando sin cesar cualquier elemento del paisaje el dispositivo encaja a la perfección. La experiencia del viaje finiquita de vuelta a casa, la foto certifica la presencia del turista en la postal, certifica su enriquecimiento personal, la vivencia de grandes aventuras (incluso el bronceado y los kilos de menos), obviando los percances e inconvenientes del viaje, que con el tiempo y gracias a la capacidad selectiva de la memoria, se llevará el olvido. La postal ratifica el estatus social del turista, aún el abaratamiento de los costes del viaje. Aún el abaratamiento de sus costes el viaje supone un reembolso y cierta cualificación económica, social y cultural reconocida a la vuelta. El viaje pierde sentido sin su verificación a través de la fotografía o souvenir. He aquí la razón de que las fotos coincidan en gran medida con las postales: figura en primer plano-Teide y Roques García de fondo, Roque Nublo siempre tomado en la misma perspectiva y a diferentes horas del día, Jameos del Agua, etcétera, etcétera.

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  2. El fotógrafo postalero se identifica con el fotógrafo excursionista, que compagina su profesión con otras actividades económicas derivadas del turismo. Así un imaginero-postalero, el fotógrafo Tullio Gatti, es el creador de la mayor parte de las postales (un total de 50.000) y de los reportajes fotográficos por encargo de hoteles e inmobiliarias. El propio fotógrafo se convierte en turista y compila las imágenes turísticas de las islas. Es reivindicado en la denuncia de los desastres medioambientales de Canarias, su contrapartida es la promoción turística de las islas, el mal a combatir por los ambientalistas. Normalmente expone en aeropuertos, centros comerciales y hoteles (no lugares) pero en los últimos años ha dado el salto a las galerías artísticas.

    J. Harris, el marido de Olivia Stone, fue el primer fotógrafo postalero: “Debo decir que para nosotros esto constituía una alegría total y que retrataríamos paisajes nunca reproducidos por el lápiz o la cámara”. La foto que J. Harris tomó de la iglesia de Valverde inauguró toda una serie del mismo motivo. El Hierro permanece casi intacto desde 1885 y todavía hoy las postales turísticas la representan invariablemente, solo algunas casas salpican el fondo. Sirva de ejemplo para ilustrar la intromisión del postalero turístico en el imaginario popular, todos sacan idéntica foto en su visita al pueblo.

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  3. La movilidad y el desplazamiento definen la posmodernidad. Humboldt y la moderna construcción del paisaje se basan en un sujeto que contempla inmóvil el paisaje cuando en realidad no hay nada inmóvil, ni el propio paisaje que se transforma continuamente (su flujo constante no puede ser apresado ni siquiera por la fotografía) ni el individuo (que atraviesa y se mueve por el paisaje) Pero la moderna construcción del paisaje domina aún nuestra mirada, la del turista inmóvil y consumidor pasivo de paisajes cosificados al que se han vinculado significados y experiencias preparados de antemano para ser consumidos (Teide, sterlitzia y todo el repertorio iconográfico de las postales turísticas) El movimiento se ha apoderado de la vida contemporánea y la construcción “turística” de paisajes, ¿por qué seguimos salvaguardando esta visión estática del paisaje?

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  4. La postal muestra los objetos positivos del deseo (monumentos, ricos alimentos, lo bello natural, un mundo aséptico repleto de azul) y marca su negativo: la basura, la contaminación, los detritus sociales. El ‘turismo ultraecológico’ visita los lugares de mayor índice de contaminación del planeta y se autoafirma en el anverso moral de la postal: ‘nosotros somos los buenos’ y ‘ellos son los malos’.

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