En las últimas décadas, el uso del termino 'paisaje' ha sufrido tal inflacción que hoy se hace difícil saber qué queremos decir con él. En su deriva expansiva, ha arrastrado además a otros términos relacionados -paraje, lugar, país, espacio, ambiente, entorno...- con los que ha llegado a solaparse provocando un problema de indefinición que parece meramente filológico pero que, sin embargo, afecta a la conceptuación de nuestra ya de por sí tensa relación con el territorio. Por ello consideramos pertinente abrir un espacio para clarificar las relaciones entre arte, paisaje y territorio.

Hiperrealidad

Eco habla de hiperrealidad en referencia al parque temático. Disneilandia es el mayor parque temático y espacio hiperreal del mundo, donde “la irrealidad absoluta se ofrece como presencia real” , “una copia verosímil, ilusoriamente verdadera de la realidad representada” . La imagen turística sustituye a la real en un movimiento que Eco identifica como falsedad auténtica. La imagen hiperreal de Tenerife es Pueblo Chico, un diorama donde los tópicos turísticos de la isla se reúnen a pequeña escala. Los visitantes salen con la ilusión cuasi-real de haber recorrido la isla al completo sin tener un contacto real con el territorio. Si el ángulo es adecuado la foto es perfecta, la sensación de haber estado “allí” se cumple a la perfección. La imagen es mucho más apetecible que su referente real, lo falso resulta perfectamente creíble y mucho más gratificante.



La hiperrealidad en los paisajes urbanos se dirige a la producción de su propia imagen, poco importa que su referente tenga una especialidad y temporalidad concretas. La propia definición de la imagen entraña su réplica infinita. Paisajes urbanos, paisajes en huelga, “los lugares son engullidos por su imagen” (…) “Es posible simular los tejados, ventanas y celosías de las ciudades islámicas repitiéndolos por doquier en mil y una urbanizaciones de verano o en resorts turísticos del sur de Europa” (Francesc Muñoz).

2 comentarios:

  1. No sólo creamos espacios de arquitectura anacrónica -sobretodo turísticos- sino que incluso repetimos alegremente edificios concretos -a escala real esta vez-, que resultan totalmente desarraigados de su espacio-tiempo natural, para reducirse a contenedores de uso al gusto de cada cual. Nuestra hiperrealidad mas auténtica que recrea el entorno mas canario y que sin embargo, no es sino una imagen construída y heredada desde el siglo XVIII.

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  2. El prefijo "hiper" -de origen griego, sobre o exceso-, aparece casi siempre ligado a lo postmoderno. Vivimmos en "hiperhábitats", rodeados de "hiperpaisajes" donde gozamos de "hipermovilidad"...etc... La "hiperrealidad" es nuestra neo-realidad o realidad mediada, en tanto necesita de un intermediario para desarrollarse, por ejemplo como dice Pino, a través de la imagen.

    En su génesis, esta realidad paralela o simulacro se estudió desde la semiótica, profundizando en el valor de los signos y los significantes. Actualmente la cultura estadounidense ejemplifica este sueño hiperreal cuyo principal promotor es el consumismo (mediador).

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